martes, 23 de agosto de 2011

Libreria Paniluro en Medellin

Luis Alberto Arango Puerta dice que ama los libros y que por ellos navega con placer. En la Librería Palinuro atiende este hombre que con cariño habla con sus clientes y le da cabida a nuevos autores que buscan que su trabajo literario pueda conocerse.


En la Librería Palinuro este hombre habla con amor de sus pasiones. La literatura, la música y las tertulias hacen parte de sus historias. Un personaje jovial y entusiasta para conversar tintiando.

No fue que el azar, la suerte o la casualidad de ese 15 de abril de 1947 se confabularan. Ese día los planetas tampoco se alinearon de forma extraña y mucho menos hubo un hecho histórico que marcara el futuro de Luis Alberto Arango Puerta.

Los verdaderos 'conspiretas' para que este administrador de empresas fuera un enamorado de la música colombiana, la brasileña, el jazz y la literatura fueron Oscar Arango y Lucía Puerta, sus padres.

Las armoniosas tonadas de la guitarra de su padre le aguzaron el oído mientras que de su madre heredó el gusto por las letras, las artes y la literatura.

El maraquero, como lo conocen sus amigos porque imitaba a los maraqueros de los tríos, es jovial, entusiasta y místico en todo lo que hace.


En la Librería Palinuro, ubicada entre Córdoba y Perú, en el centro de la ciudad, Luis Alberto está rodeado por más de 5.000 ejemplares de literatura.


De muchos habla con propiedad, y de los que no conoce, por mero gusto, investiga para hacer una tertulia con cada uno de los clientes que a diario abarrotan el acogedor lugar.


Extraído de un artículo en ElColombiano.com



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